¿CÓMO ESTIMULAR LA MOTRICIDAD GRUESA EN LOS NIÑOS?



Todos en algún momento hemos escuchado hablar sobre la motricidad gruesa, pero ¿en qué consiste esta? aquí encontrarás la repuesta y algunos pasos para trabajar satisfactoriamente la motricidad gruesa.

Se define motricidad gruesa como la habilidad que el niño va adquiriendo, para mover armoniosamente los músculos de su cuerpo, y mantener el equilibrio, además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos.Resultado de imagen para motricidad gruesa


4 formas de trabajar la motricidad gruesa con los niños

Caminar, correr, saltar, subir, bajar… La motricidad gruesa está directamente relacionada con estas y muchas otras habilidades que los niños desarrollan en un periodo de crecimiento fundamental.

1. Recogiendo manzanas

Para hacer esta actividad necesitas pocos materiales: cinta adhesiva de color, unas manzanas (u otro objeto) y una cesta. En un espacio interior o exterior tendrás que hacer con la cinta adhesiva, una especie de árbol que permita realizar varios movimientos. En cada “rama” se pone una manzana. Las posibilidades luego son infinitas… el niño puede saltar en dos pies por el “tronco” hasta recoger la cesta. Después puede hacer equilibrio por cada rama mientras recoge las manzanas y las pone dentro de la cesta que tiene en la mano. La idea es que no se “caiga” de las ramas. Otra forma de llegar a las ramas es caminando con las piernas abiertas por las líneas que forman el tronco del árbol.




2. Huellas de animal

Lo único que necesitas es algunas tizas para dibujar en el piso unas huellas grandes de animal. La idea es hacer varias huellas de colores diferentes. Cada color tiene un número diferente de huellas. Por ejemplo: 5 huellas azules, 3 rojas y 4 amarillas. Hay varias cosas que se pueden hacer. Los niños pueden saltar de una huella a otra mientras cuentan las huellas de cada color. Otra posibilidad es saltar de huella a huella mientras dicen el color de cada una: “¡azul, azul azul, roja roja, amarilla, amarilla, amarilla!”. Los niños que aún no reconocen los colores o los números igual pueden saltar de huella a huella mientras tú te encargas de decir cada uno de los colores. Además de trabajar la motricidad, podrán practicar los números y los colores.

 

3. Zancos con latas

Para hacer estos zancos necesitas dos latas, un martillo y unos clavos. La idea es hacer dos agujeros en cada lata para poder pasar a través de éstos unas cuerdas. La cuerda será la clave para que los niños puedan caminar con las latas, por eso debes asegurarte de que el largo de éstas sea adecuado para cada niño. Una vez listos, los niños deben pararse sobre las latas e intentar caminar sobre éstas con la ayuda de las cuerdas.

4. Raqueta globo

Lo primero que hay que hacer es construir una especie de raqueta con un tubo de cartón y una cuerda. La cuerda va atada de un extremo del tubo de cartón hacia el globo. El objetivo es que tal como se hace con una pelota de tenis o squash, el niño logre golpear el globo con el tubo varias veces seguidas.


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